dijous, 7 de gener del 2010

Reflexiones en torno al AVE

Marzo 2007

En el año 1992 (hace 15 años) y con ocasión de la Expo de Sevilla, es de suponer que por meras razones electorales y no por demanda social o logística, el tren de Alta Velocidad llegó a Sevilla. Felipe González era presidente del gobierno, y para más señas sevillano.
Catalunya y Barcelona, había experimentado un boom de crecimiento a raíz de los juegos olímpicos, con importación de mano de obra cualificada provinente de Portugal y de algunos países del este europeo, con lo que empezaba un ciclo de llegada de inmigración de muchos otros países. La construcción no cesaba de crecer, la densidad de las poblaciones en lugar de esponjarse cada vez era más tupida, las urbanizaciones crecían por doquier nuevos sistema de transporte, tranvías, nuevas infraestructuras, cinturones perimetrales, que llegaban con un retraso de 20 años se introducían con calzador entre mar y montaña y entre los resquicios que quedan entre ciudades pegadas entre si… Mares de grúas envolviendo Barcelona y su área metropolitana. Así año tras año. Un buen día a alguien se le ocurre que el AVE tendría que llegar a Barcelona. Se discute el trazado, se cambia (el trazado) una y otra vez en función de alianzas políticas y otros oscuros intereses. Y cuando por fin se llega a un acuerdo, el territorio esta tan saturado, que hay que hacer verdaderos galimatías para poder encajarlo y buscar un palmo de tierra libre.
Mientras tanto la aviación civil experimenta un despegue espectacular con la aparición de compañías llamadas low cost, los precios están por los suelos y por pocos euros puedes viajar casi a los confines de la tierra. El monopolio del puente aéreo se le acaba a Iberia y otras compañías esperan ansiosos la liberalización del mercado para poder ofrecerlo.
En otro orden de cosas, en el vecino país –Francia- con una larga trayectoria de alta velocidad que cubre buena parte del territorio, su TGV que es como allá se llama tiene su final en la ciudad de Nimes a 400 kilómetros de la frontera española, y no tienen ninguna intención por el momento de prolongarlo hasta Perpiñan y la Junquera.
¿Alguien se ha preguntado a estas alturas de la película que falta nos hace el AVE que viene de Madrid para ir a Barcelona y de aquí hasta la Junquera? ¿Que haremos en La Junquera? ¿Coger un tren que nos lleve a Nimes, para alli coger la alta velocidad para comunicarnos con Europa? Teniendo tres aeropuertos en Catalunya : Girona, Barcelona y Reus y compañías de bajo coste, ¿tenemos que montar el tremendo desaguisado con que nos está obsequiando Fomento?
Y por último, se critica des de los medios la tremenda pasividad, el conformismo y la falta de movilización de la ciudadanía ante tantas desgracias que esta sufriendo Catalunya en los últimos tiempos. No será que después de las macro manifestaciones en todo el territorio en contra de la guerra, y el despotismo con que respondió la clase gobernante, alguien cree que vale la pena mojarse por nuestra clase política. Será que muchos debemos creer como decimos en catalán: “Tot està dat i beneït”

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